Una necesidad bàsica para los humanos son los alimentos. Y producir suficientes recursos para alimentar a la población que está en aumento en los países en desarrollo es uno de los mayores desafíos que enfrenta el mundo moderno. El primero de los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) es un compromiso hecho por la comunidad internacional de reducir a la mitad para el 2015 la cantidad de gente que sufre de hambre extrema, una promesa que coloca a la agricultura en el corazón de la agenda de desarrollo.
Tres de cada cuatro personas en el mundo en desarrollo depende directa o indirectamente de la agricultura para su supervivencia. De hecho, para la mayoría de los países de bajos ingresos, la agricultura es el sector más importante de la economía, genera la mitad del producto interno bruto, y es a menudo la principal fuente de divisa extranjera.
Una de las principales maneras en las que la agricultura puede hacerse más productiva es aprovechando la ciencia para aumentar su rendimiento.
Una gama de programas de investigación agrícola se desarrollan actualmente en África Subsahariana, la principal zona del mundo en desarrollo donde aún se presenta escasez de alimentos.
La agricultura también debe ser sustentable. En el pasado, muchos lugares del mundo en desarrollo han sufrido de una sobreexplotación del pastoreo y la pérdida de la fertilidad del suelo debido a la producción intensiva de alimentos. En la mayoría de los casos, esto ha llevado a la expansión de los desiertos y a un creciente interés por desarrollar prácticas de cultivo para ser usadas en ambientes áridos.